Bebí del cáliz amargo regalado,
sabedor después del engaño,
mientras el paso a paso arrebataba
al espíritu, cualquier escenario.
Tras la verdugo se encontraba mi pequeña,
ausente de su importancia,
tan vital tan necesaria.
¡Qué terrible lanza!
Y fue un ayer, cuándo comprendí el poso del cáliz,
amargura y silencio,
dándome como fruto la ira.
Y fue un ayer, cuándo conocí lo verdadero:
dolor
ausencia
tristeza.
El triste silencio, dolor de ausencia.
Creado tan grandioso escenario,
el tiempo se hizo ajeno,
la niebla en espera del hielo,
como un velo lagrimal.
Caminé entonces sin estaciones,
como vagabundo atemporal,
como el amarillo y negro de Van Goht, sin verde ni azul.
Caminé o creí caminar todos los destiempos del mundo,
yaciendo agua en un desierto, sin oasis, sin ternuras.
¡Qué gélido surca el viento en los ojos del/sin puente!
¡Qué es el hombre sin sueño! ¡Qué encrucijada!
¡Qué terrible lanza!
Te contesto Ramón, Un hombre sin sueños
ResponderEliminares como un barco sin mar. como una ola sin roca, como un árbol sin hojas, sin raíces...
Al nacer nos cargan la mochila con las piedras más pesadas, las de la costumbre, y nos encadenan los pies para que no podamos irnos lejos de sus prejuicios,por eso la tarea (a veces de toda la vida) es sacarnos esa mochila que es la antítesis del amor, de la valentía...
Sueña, porque ¿Qué es un hombre sin un sueño?
Piensa y... sueña.
Mutxusss.
Mi querido Ramón!!!!!
ResponderEliminarHay tanta tristeza, tanto dolor, tanta angustia en tus palabras...mi pena es no poder hacer nada, decirte algo lo suficientemente positivo, bueno,esperanzador que te quitara esa venda de los ojos, para así pudieras caminar disfrutando de lo hermoso de la vida, que existen los colores, que cuando tú miras la vida, ella quiere que la mires y sobre todo que la vivas con intensidad, que siempre existe un mañana que puede ser mejor, que...pero no hace falta ni sé cómo hacértelo ver, si tu corazón sigue triste y atormentado, así que desde aquí tan solo puedo darte mi cariño, aparentemente frío como la nieve, como el blanco de tu blog, pero créeme amigo mío, que te lo doy con total calidez y un enorme abrazo, grande, grande....y muy fuerte para que no te olvides de mi.
NO se porque, pero hoy leyendote me has recordado a mi admiraco Calderón de la Barca con este poema salido de lo mas profundo del sentir.
ResponderEliminarComo poema es magistral y me ha dejado sin palabras… o más bien no sé qué decir, de modo que me quedaré escuchándote en silencio el tiempo que tu me permitas…
ResponderEliminarBesitos.
Excelente, me encantó!
ResponderEliminarUn placer pasar por aquí, saludos.