Me inquieta este despertar con las marcas de la almohada grabadas en el lateral de mi rostro, indicación de un supuesto descanso o como mínimo, el yacer en un estado de inconsciencia voluntaria, cuándo en realidad, quedo atrapado en una nebulosa espesa gris, y otra negra, que se entrelazan como la telarañas al viento, y en su lucha, en vez de retarse batalladoras se fortalecen atrapando la serenidad placida del sueño impregnándome el alma de incertidumbre e inquietud. En este amanecer opaco de olvidos, de recuerdos que creí olvidados, como clavos al crucificado, me sobrevuelan profundas preguntas nunca respondidas, imposibilitandome así, reconciliar la transición entre el día y la noche, entre la noche y el día. No hay sueño plácido, puedo amanecer con los surcos de almohada en mis mejillas, pero mis ojos se muestran al espejo crispados, y al alba, me lloran las tantas noches tintadas de reojos ajenos.
Grande, como la mar.
Como la ola que crispada en blancura cabalga su aire
alentando en cada bocanada triste y breve,
un rugido de castigo.
Así transcurría el lustro, implacable, callado;
como lirio olvidado, esperando un tímido rocío ajeno.
¿Qué mayor esperanza del muerto?
sin mar ni tierra, tan solo olvido olvidado y siéndolo.
Grande, como el valle árido en su cumbre,
como la tímida flor arraigada entre el pedregal solitario
en el horizonte de una cima, que blanquecina,
amenaza congelar la poca esencia en la flor retenida.
Nadie habita en el lodazal de entre mis dedos.
Grande como la mar y la tierra, como mis sueños
que inconclusos tramitan la nebulosa del olvido.
¡Excelentes letras Ramón María!.
ResponderEliminarAbrazos. Rosa.
Caray que vida tan complicada... es cruel que ni durante la noche esos recuerdos ya "olvidados" regresen para herir de nuevo. Sinceramente no se ni que decir... si todo lo has dicho tu.
ResponderEliminarBesitos.
Despertares de un despertar al recuerdo, a las preguntas sin respuestas, a los signos de interrogación que parecen acusarnos con sus miradas punzantes, signos que se abren pero que nunca se cierran, dejando siempre abierta la duda y la incertidumbre de los porque, esos porque tan grabados en cada una de las arrugas que nos marcan los pliegues de la almohada.
ResponderEliminarFantástico, felicitaciones Ramón.
Un gran abrazo.
Te regodeas en tus penurias pasadas y las revives sin querer olvidar... porque recordar el infortunio te mantiene vivo.
ResponderEliminarMi querido Ramón!!!!
ResponderEliminarLo que yo te digo...sabes expresar de maravilla cada sentimiento que alberga tu alma y lo plasmas con unas palabras que llegan muy adentro de quién te lee, qué pena que tu despertar sea así, cuánta tristeza Ramón, no habría forma de cambiar ese estado de tu alma????, imagino que lo habrás intentado, ojalá cambie tu forma de ver la vida, ojalá tus recuerdos no te hicieran tanto daño...!!
Cómo te voy a echar de menos...!!
Gracias por tus palabras!!
Un inmenso abrazo...sin tiempo ni caducidad, para cuando ya no estés aquí, lo retengas en esa memoria y así guardes un recuerdo agradable en tu corazón!!!
PD.Todo está por llegar, como tú me dices, no pierdas la esperanza de volver a encontrar lo que perdiste.
Permitidme recordaros que el poemario es resumen de lo escrito aquí desde el 2008 al 2012, cinco años, y lo escrito no es más que el principio (de momento) hasta mediados del 2009. Ya conocéis el por qué del blog, de todas formas avanzo que aunque los primeros poemas y prosas son de tilde recuerdo triste.
ResponderEliminarSolo espero que una vez terminado, lo leáis de principio a fin y sacareis conclusiones completas. ¡Eso espero! en fin.
No tengas dudas de que así será Ramón, por lo menos en lo que a mi respecta leeré, re-leeré y volveré a leer todos y cada una de tus obras de principio a fin y rescataré el sentido que le has querido dar a la conclusión, de todas formas, iré comentando cada paso como si fuera el único, de manera que finalmente, enlazaré cada eslabón hasta hacer un todo definido.
ResponderEliminarSerá como leer un diario personal, un libro o quizás algo así como un espiar dentro de uno de los vagones del tren de tu vida,
magnífico; gracias por compartirlo con todos nosotros, tus lectores amigos.
SIEMPRE LA POESÍA BRILLA EN TUS LETRAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
ResponderEliminarTe leo desde hace tiempo, Montxu, y te estoy redescubriendo, admirada.
Musumilla