Buceé el gélido lago del dos mil nueve
entre la ebriedad de la noche
y el escalofrío de recordarte al alba,
como en una pertinaz migraña,
sin opción a la opacidad necesaria
en la que serenar mis maltratadas sienes.
El hielo de la espera que gélido surcó ayer
entre el puente de tus lejanos tacones,
se me muestra entero, como un principio y fin
en dónde permanecí un tiempo ocioso,
en dónde la vida me fue arrebatada,
y a su vez, tu mujer,
diste vida aquella pequeña luz -hoy ausente-.
Cómo odiarte, entonces. Cómo odiarte.
Hoy el recuerdo es contraste.
Fuiste la luz en el horizonte de un atardecer,
hoy, eres el farolillo que alumbra las callejuelas del olvido.
Paseo por los mismos arenales de aquella que fuera nuestra playa. Camino por la orilla sintiendo como sus aguas -aquellas que un día fueron tibias- me son hoy, frías, lejanas... Desde el futuro -hoy presente- te nombro y verso, para decirte que quise en su día bañarme en las aguas del río Leteo. Hoy, sé que erré en mi deseo, hoy y aquí, te dejo todo aquello, todo aquello.
La nostalgia va llevando al pensamiento por aquellas huellas de arena de la que fue alguna vez, la playa de dos y que hoy, es solo la soledad de uno solo, proyectado al ayer...
ResponderEliminarDelicioso trabajo, como siempre, un placer leerte Ramón.
Un abrazo
Hola Ramón!!!
ResponderEliminarRecuerdos nunca olvidados...queridos o dolorosos.
Cómo odiarla si dió vida, dices...a esa pequeña, ojalá no sea lo que pienso,pues nada hay más terrible, aún así, te quiero dejar mi apoyo y mis buenos deseos para ti siempre!!!!
Espero que ese frío gélido se pase.
Un gran y enorme abrazo!!!!...25 seg....están bien??
Me parece un pensamiento positivo hoy, aunque ayer fuera terrible. ¡¡Lo entiendo perfectamente!!
ResponderEliminarNo me deje poner un comentario en el poema anterior, he puesto dos y no los veo... ¿...?
Más besazos.
Hola azul, puedo asegurarte que no te borro el comentario. He mirado en spam y tampoco está, también en pendientes y nada de nada. Lo siento niña aunque me doy por comentado. Besos mil
EliminarSé que tú no los has borrado, lo comenté como fallo de blogger porque le daba a publicar y el cuadro de comentarios se quedaba en blanco, como si no hubiera escrito nada... ¡fijo que son las hadas haciendo gamberradas!. :)
EliminarMil besos tambien para ti.
El invierno termina por pasar y sólo nos queda esperar los nuevos rayos del sol de verano.
ResponderEliminarUn besote.
Un poema en todo su esplendor nostálgico que alcanza a contagiar la álgida brisa de la levedad del Ser, sus reproches, lo que hice y no hice o no debí de hacer.
ResponderEliminarEl Poeta rasga su alma y se hunde en los recuerdos de esa que tanto amor acaparó.
Un poema hermosamente gigantesco!!!
Un abrazo.
Nostalgia de lo que ya no tienes y muere poco a poco en tu memoria.
ResponderEliminarSin duda eres poeta.