Se acrecienta en mi la alegría mientras te pienso.
Como refugio único en el hálito y reposo,
en el sueño y silencio del mirarnos.
Crece ante mi el sendero por recorrer,
como el latido al pasear por el borde de tu cielo.
Beber bajo la penumbra del dorado árbol,
tú amor, como fuente eterna de aguas otoñales,
alimentando así mis raíces con la voz tu boca,
guirnaldas, limitando nuestro campo de siembra.
Sueño Otoños en la humedad de tus labios,
sentirte como ardiente sangre por mis venas,
abrazarte como el aroma encinal en su crepitar,
mientras la noche, llueve el reverso del cristal
de nuestra alcoba...
...Una vez más, lloro en tus ojos
mientras mis manos recorren tu cuerpo,
la atmósfera, tuya, concluyó nuestra, amor ,amor.
Como hoja tras la brisa al Alba, tú, me hiciste yo.
¡Qué verdad mayor! qué verdad mayor.
Despojaste al tiempo mis miedos con tu mirar
¡Qué poder! amor, ¡Qué poder! lo resolviste...
con un "simple" beso y tu confianza.
Naciste nuestra como el otoño al agua,
creciste tuya, y mía, como hoy ausencia
y mi deseo de conquista.
¿Qué fuerza mayor te condenó? amor, amor.
Te pienso y te condeno a mí, ¡Qué crueldad!
Brilla en la noche el todo que te amo
ausencia mía,
sin aliento, y con la certeza del yacer frío
como ave que pía o trina perdida,
en un prematuro invierno.
Una vez más, lloro en tus ojos,
mientras aúllo en el cerro por ti, luna mía..
Hermoso y profundamente triste....Besos
ResponderEliminarEs tan bonita...y llena de amor y triste por la ausencia y la lejanía, pero tuya!!
ResponderEliminarUn beso y un abrazo, por tanto cómo nos das!!!
Sigo leyendo...
¡Fenomenal, es preciosa! Con ese pizco de melancolía pero abrazada con fuerza al amor. Mi felicitación y mi estima. Gracias por deleitarnos tus bellas letras.
ResponderEliminarUn beso y se feliz.