domingo, 30 de diciembre de 2012

X.

La Isla tiene algo de oráculo.
Me desarma con sus diálogos diurnos,
me condena, hechizando mis nocturnos.
Yo no hablo, y sus respuestas a modo de acertijo
vuelan extraviadas por mi memoria.

Tengo el rostro cubierto de tiempo, el espejo me lo dijo;
Como un árbol negro emanando humo,
guardando reposo, sabiéndose estéril, caduco.
Las palabras me contemplan extrañadas,
mientras agoniza mi pensamiento.
Tengo el rostro cubierto de tiempo ¡Vano intento! me digo.
A menudo contemplo la penumbra del alba,
viendo un corcel impaciente y dentudo,
sombras, son sombras de almohadas nocturnas.

La Isla tiene algo de oráculo.
Cada día me resucita a la muerte impulsándome el pulso, y vivo.
¿Cuál será su respuesta? a ninguna pregunta, al silencio.
Siento como la vida abre sus fauces para nutrirse
nuevamente de mi existencia, y no pregunto, no pregunto.

Convertido en guardián de ella sin quererlo,
condena mi naturaleza,
sufriendo mi espíritu una venganza que ignoro
por serme ajena, respuestas, solo respuestas a ninguna pregunta.

2 comentarios:

  1. El tiempo que pasa...la vida!! y nosotros pobres mortales, qué podemos hacer? sino intentar vivirla!!.
    No hay repuestas si no las buscas dentro de ti, escúchate!!!
    Un enorme abrazo!!!!

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  2. Absurda la vida.

    pasamos por ella sin entender nada...

    Gabon, lagun

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